Ruta 40 Norte, algo de Bolivia y Chile

Día 5 –Parte 02-Tramo Liviara-La Quiaca

Luego de pasar la zona del pueblo de Paicone seguí viaje hasta que me tope con un rio muy grande y bastante crecido. El mismo esta unos kilómetros antes del pueblo de San Juan de Oro algunos lo llaman Rio Grande y otro les dicen Oros Mayo. Por datos que me habían tirado en Liviara sabía que este era el último rio más complicado de pasar hasta La Quiaca y tenían razón.

Cuando llegue al mismo me puse a ver un lugar por donde vadearlo. En el ínterin por la fuerza de la corriente y unas rocas flojas me caí y me moje todo…nada nuevo bajo el sol. La verdad que metía miedo en eso paso una camioneta que venía desde la Quiaca y casi se quedo varada en el vado para vehículos de cuatro ruedas. Aunque no era muy hondo, llegaba un poco un poquito más abajo que la cintura, el caudal era muy fuerte. Finalmente encontré un paso aceptable como 100 metros más lejos de la ruta principal. Me puse a descargar los equipos para pasarlos a manos y mientras estaba en esa tarea aparece una vieja F-100 con un señor y toda su familia, eran de Paicone. Este señor me dice si quería que subiéramos los equipos a la chata para pasarlos. Desde luego no lo dude, cruzar el rio varias veces con las valijas/bolsos sobre la cabeza no era una opción muy linda, ya estaba completamente empapado, pero también me ahorraría el esfuerzo físico. Para ese momento del día, 1300hs. aproximadamente, ya estaba muy cansado y me faltaba bastante para La Quiaca. Pero el señor me pide un favor a cambio de pasarme los bártulos. Me dice que él tenía una XR 125 que usaba para arriar las llamas y como nunca había manejado una XTZ 250 me pedía si la podía usar para cruzar el rio. Por un momento dude pero me dice que había cruzado este rio muchas veces con la Honda y que con esta moto no tendría problemas. Dejamos la moto en la orilla y cruzamos el rio con la chata y los bolsos. Yo me quede junto a la camioneta con su familia y el cruzo el rio para buscar la moto. Se imagina el cagazo que tenía que se cayera por lo que me metí hasta dentro del rio mismo en el sector donde iba a cruzar para atajar la moto por las dudas. Pero no hizo falta mi “ayuda” el vago la tenía muy pero muy clara y lo paso de taquito. Después me pidió de probar la moto en la costa un cachito y se quedo loco con la nave. Hablamos un poco de motos y del camino a seguir del que me tiro varios consejos. Después siguió viaje y al rato retorna de vuelta, yo en ese tiempo transcurrido estaba subiendo y montando todos los equipos y cambiándome la pilcha ya que estaba completamente mojado. Calculo que habrán sido unos 25 minutos. En ese lapso tiempo me acorde de sacar la cámara de fotos y retratar ese rio tan choto, los equipos tirados por todo lado, la ropa mojada y todo que me había pasado. Le saco una foto a la moto y cuando le aplico el zoom para hacer una foto del rio se me muere la cámara. Claro me había caído en el agua con la camarita encima y esta desde luego se mojo y el lente quedo fijo en la posición máxima. Apago enciendo y nunca más arranco.

Les dejo la única foto que pude sacar a la moto en el costado del rio. Atrás estaban todos los equipos y la pilcha mojada y esparcida por todos lados.



Se imaginan la bronca que tenía, la cámara salía como 1500 mangos mas los 200 del parabrisas de la mañana hagan la cuenta , estaba como loco. Pero eso no era todo, la impotencia de quizás haber perdido todas las fotos/videos que había sacado previamente y también el no poder retratar las siguientes imágenes hasta La Quiaca.

Mientras estaba puteando con este problema, como les dije antes, el hombre de la F-100 volvió después de dejar a alguno de los suyos en el pueblo siguiente. Pero es que acá al querer cruzar el rio se le queda la camioneta. Ya estaba por seguir viaje y ante este imprevisto veo de poder ayudarlo. También en este momento llega un señor que estaba haciendo la 40 en bici y junto con el nos fuimos a intentar sacar la chata. Le mandamos piedras bajo una de las ruedas, nos paramos arriba y a un costado de la camioneta para hacer contrapeso y no había caso no la podíamos sacar.

Afortunadamente llego otra camioneta de un vecino que lo iba a tirar. El señor de la F-100 nos dijo, al ciclista y a mí, que siguiéramos viaje que ellos se arreglaban. Mientras volvía a la moto en la otra orilla y terminaba de armar mis cosas con el malacate la saco en un toque. Desde luego yo estaba completamente mojado y ya no tenía más ropa para cambiarme.

Seguí viaje y no encontré grandes obstáculos dignos de mención. Es una pena porque había muchos lugares para sacar fotos como el pueblo y la iglesia de San Juan de Oro. Hasta que llegue a la Quebrada del Rio Paicone. La Ruta 40 se mete en una especie de desfiladero angosto por el que va el cauce del rio Paicone. Son 11 km de pura adrenalina ya que vas circulando sobre un suelo rocoso por el que va el agua del rio. Hay tramos en donde tenes 10cm de agua y otros de unos 30cm. Para que tengan una idea lo dificultoso y peligro tarde casi una hora en hacerlo. Se puede ir más rápido pero corres el riesgo de caerte y el suelo no es de arena es de piedra así que te podes romper todo.

Acá le dejo una foto, no es mía , para que tengan idea de cómo es este cañón. Luego se hace mucho mas estrecho.



La verdad que el lugar es majestoso. Uno va concentrado en el suelo que hay delante de la moto y te olvidas de ver alrededor. Pare un par de veces y no se pueden describir los distintos colores de las paredes y el paisaje circundante. Muy bueno.

Después pasas varios pueblos como Timón Cruz, Oratorio y finalmente Santa Catalina. Que es un pueblo realmente muy hermoso y muy bien mantenido. Incluso tiene una especie de monte del calvario, lo deben usar para fiestas religiosas, con un camino todo circundado con piedras blancas. La verdad que daba para sacar muchas fotos .Acá pare un toque en la entrada del pueblo a secarme las medias ya que era insoportable manejar en esas condiciones.

En teoría la 40 terminaría en Santa Catalina, porque según la cartografía la ruta que sigue hacia la Quiaca es la 5, Este tramo no es complicado y luego de pasar Cienaguillas el camino se vuelve literalmente una autopista, a excepción de una pequeña cadena montañosa, ahí le daba a hasta velocidades de 90km/h pero después baje porque había muchas llamas sueltas a los costados de los caminos. Mientras vas circulando a tu izquierda, unos 3 o 4 km. tenes las montañas de Bolivia, que es un verdadero colador por el que puede entrar cualquier cosa. Después andan llorando por las importaciones.

Eran las 1800hs y pude avistar a lo lejos “La Quiaca” ustedes no se dan una idea de la emoción tan grande que me agarro cuando llegue a las afueras de la ciudad. Gritaba como un loco y me mandaba unas puteadas de aliento impresionantes. Viéndolo hoy en día, aparte de lograr una de las metas del viaje, creo que también fue un descargo por las tensiones vividas durante el día. Estaba como loco.

Después de recorrer un poquito la ciudad, que ya conocía por viajes previos, me fui a buscar un lugar donde ir a dormir. Afortunadamente pude encontrar una pensión barata y en donde podía guardar la moto con seguridad. Cuando llego a la recepción también había otro chico de La Pampa que también viajaba en moto y que acababa de llegar a La Quiaca. Para que el alojamiento nos saliera más barato nos hospedamos en la misma habitación. Después anduvimos los días siguientes recorriendo la zona tanto a pata como en las motos. Pero esa parte se las relato en los días posteriores, pero con fotos ya que en Bolivia me compre cámara nueva.

Saldo tramo Liviara- La Quiaca: 1700 mangos en equipo, muchos problemas durante el recorrido pero una alegría intensa la final del día. Para todo lo demas existe mastercard,


Continuara…9

Excelentisima historia.. La leí y al instante sentí algo en el pecho, y me agarraron ganas de sacar la moto del garage e irme!!! jajaja pero bueno. estos viajecitos, no se planean de un dia para el otro...


Aunque los viajecitos que se planean a los "ponchazos" se los disfruta un poqito mas tambien.. jajaja


Excelente historia calquin!!

Te felicito.. Un abrazo!

Los que tengan la oportunidad de estar con daniel aunque sea compartiendo un asado, es realmente un tipo muy macanudo,aparte si te sentas a escucharlo te das cuenta que no te dice historias inventadas,Daniel te dice la verdad de como es la cosa,yo tuve la oportunidad de andar en esa maquina que fue a Bolivia y la tiene 0 km la cuidad muy bien,pero lo mas importante fue cuando empezo a contar las historias que le pasaron en ese viaje.La verdad Daniel sos un libro abierto a la hora de sentartarte a escucharte ,la vida me dio la posibilidad de conocerlo, y estoy muy agradesido.El unico concejo que les doy miembros es que se sienten y lo escuchen hablar a el y a victor(vicmed) no son ningunos locos,son dos tipos que saben vivir la vida

Gracias Eze por los elogios pero no es para tanto amigazo. Nos vemos en las ruta.

Sigo con otra parte del relato:

Día 6: La Quiaca-Villazón (Boliva)
Kilómetros recorridos: 0 Les dije que eran livianitos.

Como les mencione anteriormente al llegar a última hora de la tarde a La Quiaca me puse a buscar alojamiento. Fui al hotel del Turista pero estaba hasta las manos, averigüe en varios lados mas pero como en los mismos no podía guardar la moto con seguridad los fui desechando hasta que un señor me guio y recomendó el Residencial Merced que no tiene garaje pero podes ingresar la moto hasta el patio trasero del hotel y quedan muy seguras. Les menciono estos datos por si alguno va a La Quiaca alguna vez para que lo tengan en cuenta. Una fotito del hotel:



Cuando llegue a la recepción, también estaba esperando que lo atendiera otro chico que andaba en moto, como no había muchos cuartos disponibles la Sra. que nos atendió nos dijo que nos alojáramos juntos. Medio que a ambos no nos gusto mucho el de alojarnos con gente desconocida pero como no había otra opción y encima nos ahorraríamos unos buenos mangos terminamos en el mismos cuarto. La verdad que fue una suerte que coincidiéramos con Ariel ya que tanto él como yo nos íbamos a quedar un par de día en la ciudad, yo porque tenía que esperar a mi amigo con el que viajaría a Bolivia y el porqué tenía que reponer fuerzas ya que venía viajando desde La Pampa.

Las motos quedaron guardadas y al otro día nos fuimos a pata hasta Villazon, que es la ciudad limítrofe frente a La Quiaca pero del lado Boliviano. Fui con la idea de comprar una cámara nueva y Ariel a visitar porque nunca había estado en esa ciudad. Para cruzar la frontera y volver en el día no te piden ningún tipo de documento te mandas por el corredor peatonal y listo. A la vuelta te revisa la AFIP por si llevas algo de valor u otra cosa como harina blanca para los drogones de argentina. Recorrimos los mercados, puestos ambulantes y muchos sitios más. Cruzas el puente y realmente se nota el cambio de un país a otro. Tanto en la vestimenta de las personas, costumbres, comidas y las distintas marcas de autos por citar sólo un ejemplo. En conclusión otro mundo pero muy bueno para conocer. Me compre la cámara, una memoria y ahí nomas la comencé a usar para sacarme la broca de la rotura de la anterior.

Unas fotitos de Villazon y una moto china tipo XR 250 que nunca había visto (en estas observen las protecciones del manubrio, defensas y parrilla alto laburo de herrería la mire bien y me parecio que esto se lo hicieron y no vino de fábrica).











Luego volvimos a La Quiaca y dedicamos toda la tarde a hacerle el manteniendo a las motos, Ariel tenía un Ninja 250 que andaba un caño. Fuimos a la ferretería a comprar algunos tornillos de los anclajes de las valijas laterales para reponer los que había perdido en el ripio. Cada tornillo lo termine pagando 10 mangos un afano con todas las de la ley. Lamentablemente el Easy más cercano estaba a 1000km. Otra cosa importante tanto en Villazon como en la Quiaca hay una sola casa motos/concesionario que no tienen casi ningún tipo de repuestos. Así que si se te rompe la cadena, por poner un ejemplo, estas en el horno o tenes que irte hasta Jujuy Capital.Una tandita de fotos de La Quiaca y zonas aledañas.









A la noche nos fuimos al Hotel Frontera, que es muy económico y tiene el menú diario que consiste de tres platos y postre. Muy recomendable. En donde cenamos con tres chicos de Santa Fe, amigos de Ariel, con los que había compartido algunos tramos de ruta en días previos.

Sigue…

Día 7: La Quiaca-Laguna Colorada-Yavi-La Quiaca
Kilómetros recorridos: 60 aproximadamente.

Luego del manteniendo que le dimos a las naves el día previo, decidimos salir a rutear un poco para no poder la costumbre. Aunque cerca de La Quiaca hay muchos lugares para recorrer en moto fuimos a lo seguro al pueblo de Yavi, pasando previamente por La Laguna Colorada, que esta antes de esta ciudad. Para ir a la Laguna hay que desviarse de la ruta asfaltada unos cuantos kilómetros por un camino de tierra y subir una pequeña ladera hasta el sitio. Unas fotitos de la Laguna y alrededores:















Luego seguimos viaje a Yavi, en donde esta una de las iglesias más antiguas de la Argentina y la casa de Marques que es un museo con una temática sobre su antiguo dueños y cosas relacionadas con la vida de los pobladores de la zona. Un sitio muy entretenido para pasar el rato. El resto del pueblo también está muy bueno y en una gran parte tiene un estilo tipo colonial. En conclusión un lugar digno de visitar y en moto estas en un toque desde La Quiaca, unos 22km aprox., aparte la ruta esta impecable. Fotos:



























Retornamos a La Quiaca, Ariel preparo la moto, ya que tenía que volver a La Pampa. Una fotito con él instantes previos a la partida. Un compañero casual de lujo y alto motero.



Ariel se fue pero a las horas llegaba un personaje siniestro con el que iba a hacer el tramo de Bolivia. Se acuerdan de esta foto:



El tipejo se llama Leonardo, es el que está a la derecha, pero para los amigos es la “Morsa Leony” o más conocido como el Mecánico. Ya se van a enterar el porqué del segundo sobrenombre. Con el que compartí durante años muchas ácnedotas y viajes tanto en moto como de mochileros.

Había que comenzar a preparase para Bolivia. El destino era el salar de Uyuni, distante unos 320km dentro del país hermano, con el ripio y la geografía más salvaje que había hecho hasta ahora. Una ruta que hoy en día muy pocos motoqueros toman. Encima íbamos a ir los dos en la misma moto. Una prueba para la Yamahita XTZ 250. Pero esa es otra parte de la historia que se las sigo contando después...

En la historieta van apareciendo nuevos personajes y otro país.En este caso ya somos internacionales nos vamos para Bolivia.

Día 7-Parte Dos: La Quiaca-LLega La Morsa

Como les escribí anteriormente a la mañana fuimos con Ariel a Yavi. Luego partió de regreso para sus pagos y me quede esperando a mi amigo para hacer el tramo a Bolivia. La idea consistía en ir a conocer el famoso salar de Uyuni, distante a unos 330 km de La Quiaca.



Para ir al salar desde La Quiaca uno va hasta Tupiza, a unos 90km de una ruta muy bien asfaltada. A partir de ahí hay dos opciones, la primera consiste en seguir por la Ruta 14 hasta Potosí y luego empalmar la Ruta 5 hasta Uyuni, unos 580km, pero solo hay un poquito más 50km de ripio. Cuando retornamos de Uyuni la Vialidad Boliviana ya estaba asfaltando este tramo por lo que calculo que a fines de este año o mediados del 2013 ya va estar terminado. La ventaja de esta ruta es que esta relativamente más poblada. Este es el recorrido que hacen la gran mayoría de lo que andan en moto, incluyendo casi todos los que van a Machu Pichu vía Bolivia. Pero también está la otra opción, la que elegimos nosotros, que consiste en ir hasta Tupiza y desde ahí tomar la ruta 21 hasta Uyuni. Es más corta pero es de ripio (unos 230km). La desventaja es que esta casi completamente deshabitada, casi no tenes auxilio mecánico ni tampoco vimos estaciones de servicio, el camino está bastante malo en muchos tramos, casi no hay puentes para pasar los riachos/ríos y si te pasa algo sos boleta. Después, en Uyuni, nos comentaron que en la semanas previas se había matado un gringo y otro tipo que hizo mierda la moto y quedo muy herido.

Mi amigo, que se llama Leonardo y apodado “La Morsa” y a partir de este viaje "El mecánico" finalmente llego a La Quiaca, pero mucho más tarde de lo planeado, ya que el micro tuvo problemas mecánicos. Somos amigos desde hace mucho tiempo y nos fuimos de vacaciones muchas veces juntos por lo que ambos sabíamos con los bueyes con los que íbamos a arar. En años anteriores ya habíamos recorrido, en moto y de mochileros, gran parte de los caminos por los que nos moveríamos en los siguientes días. Era la tercera vez que estábamos en Bolivia y en esta parte de Argentina. Así que más o menos teníamos una idea a qué atenernos tanto con las costumbres locales, comidas, rutas y la geografía . Les dejo una fotito de la Morsa, recién llegado a La Quiaca, después 20 y tantas horas de micro. Otra, en algún lugar de la Ruta 40 a mediados de los 90. Era la época del 1 a 1...hasta Honda Transalp teniamos.



Después que la morsa dejara los bártulos en el hotel nos fuimos a recorrer La Quiaca y Villazón. Su primera impresión, lo mismo que me pasó a mí, ya que hacia como 10 años que no visitaba este poblado es que había crecido muchísimo por lo que había perdido en parte el encanto pueblerino de antaño. Una fotito en el Hotel Frontera, en donde se come barato y muy bien (se los dejo por si alguno va a La Quiaca para que lo agende, también tiene lugar para guardar las motos)



Después de cenar fuimos a preparar los últimos detalles de la moto, carga/combustible, y nos fuimos a la cucha. Mañana nos esperaba un día muy duro en Bolivia. Bueno por lo menos para mí no ya que después de la “divertida” semanita previa me iba a tomar vacaciones… si total me mandaron un piloto fresquito desde Bs.As.


Sigue…

Día 8: La Quiaca-Uyuni
Distancia recorrida: 320 km (230 de ripio)
Consumo combustible: 11,50 litros

Nos levantamos a la 7:30hs, desayuno y a volar a la frontera.

Después de los tramites migratorios, que afortunadamente fueron rapidos, tanto del lado argentino como en el boliviano, en este ultimo pais “dejamos voluntariamente “ una pequeña contribución monetaria para la causa en la oficina de la policía. Es una costumbre que esta muy extendida por Bolivia y es lo mas normal en el país. En casi todos los piquetes de la policía/ejército que encontras en la ruta te solicitan una colaboración. Les aviso por si alguno va que no se ponga a discutir paguen y evitensen problemas, es un valor infimo, y muchas veces no les cobran a los motociclistas pero a veces si. Incluso en algunos puestos llevan un libro con los datos del donante y el importe que dejas. Bienvenidos a Bolivia.

Después de cruce a eso de las 10:30hs…toda Bolivia era nuestra o al menos los próximos 350km. Cuando cruzas la frontera uno siente una sensación extraña, después de todo dejas tu casa, y te internas en otro mundo. Esto se siente más en Bolivia porque el cambio cultural es muy grande y las diferencias estan bien marcadas tanto en las costumbres , comidas y pilchas de las personas, vehículos y hasta señales viales por poner un ejemplo. Encaramos derecho hacia Tupiza, 90km aprox., por una ruta que esta en excelente estado y por lo menos a esas horas estaba muy poco transitada. Sólo hay que estar muy pero muy antento a los numerosos animales sueltos principalmente cerca de los poblados.

Algunas fotuchas:















Sigue…

Arribamos a Tupiza a eso de las 12:00. A medida que uno se va alejando de Villazón la altitud va creciendo progresivamente hasta llegar cerca de Tupiza en donde hay que sortear una cadena montañosa, con varios túneles. Hasta acá era fácil llegar pero a partir de este punto se complicaba guiarse.

Uno de los problemas que tenía con Bolivia era el de la navegación no así con el resto de las rutas que había tomado en los días previos. Mi GPS no tenía cargado los mapas/track de este país, no pude encontrarlos, en el visor solo me aparecía una gran mancha marrón por la zona por donde andaríamos. En casa había cargado las coordenadas geográficas de algunas ciudades de la ruta por la pasaríamos y con eso más o menos nos guiamos. En Villazón compre un mapa carretero que me fue de mucha ayuda, como unas hojas impresas del googlemaps, más unas anotaciones en una libretita: en donde tenía anotados los puntos de interés, distancias y varios datos que había recopilado en Internet de otros motoqueros que habían hecho la ruta. Con todo eso en la cabeza más los datos aportados por algunos bolivianos que encontramos en el camino pudimos guiarnos. Es que en varias partes el camino se volvía realmente difícil discernir si íbamos bien. Por suerte con el rejunte de todo esto zafamos.

Si alguno tiene planeado hacer Uyuni por la Ruta 21 le aviso que la entrada a la misma está bien uno sale de Tupiza con rumbo a Potosí, Esta justo en un reten de carretera del Ejercito (el cartelito es casi ilegible). Nosotros nos pasamos como 5 km teniendo que retornar el camino. Ya que estamos con los controles de la policía y también en los peajes, en Bolivia los llaman trancas, tengan presente que no hay barreras como acá. Usan una soga de goma que cruza la ruta de lado a lado (para pagar el peaje te tenes que bajar del auto e ir a abonar a la casilla que esta sobre la banquina) pero lo más importante, si vas en moto, es estar atento a estas sogas te las podes llevar puesta y comerte un lindo palo.

Bueno encontramos la Ruta 21 y comenzamos a bailar con el ripio. Mas o menos fueron unos 230km hasta Uyuni. En donde hay partes que estaban buenas, otras malas con unos arenales muy extensos. Por suerte los ríos no estaban crecidos y solo era pequeños riachos muy fáciles de sortear (los van a ver en los videos) Pero tanto en los riachos como en los arenales me tenía que bajar para que Leo pudiera manejar la moto con seguridad. Era una molestia porque caminar esos metros me mataba por la altura. Uno arriba de la nave no se da cuenta pero apenas comenzas a efectuar cualquier actividad física o hablar seguido un poco te mata.

Fotitos de la ruta:









Aclaración del video: Les dejo un pequeño video con algunas paradas en ruta y comentarios de los pilotos. Les aviso que algunos de los mismos estaban dedicados para nuestras familias por lo que no son 100% de duros motoqueros viajeros jaja son más que nada para que observen la geografía del fondo. Por si alguno se pregunta, en este video y otros, Leo nombra mucho a Teodoro, ese es el apodo de su hijita a quien estaban dedicadas la mayoría de las grabaciones.


Acá un Video:

https://vimeo.com/46465138



Sigue…

Casi a medio camino de Uyuni hay una ciudad minera relativamente grande llamada Atocha. Ahí paramos a comer y a estirar las piernas. Le preguntamos como a cinco personas en donde se podía cargar combustible y ninguno nos sabía responder. Hasta que le consultamos a un tachero que nos informo donde estaba la “estación de servicio”. La nafta la vendía la empresa minera de la ciudad y para llegar al depósito había que circular por el lecho de un rio, bastante arenoso y con agua, la verdad que no daba para ir hasta ahí y arriesgarse al pedo. Realizamos un rápido cálculo del combustible que teníamos y las distancia a recorrer. Nos sobraba más que bien para llegar a Uyuni, claro traspasando el que poseíamos en los bidones. Queríamos andar siempre a full de nafta porque un par de semanas antes muchos argentinos habían quedado varados por un paro en el país y no les querían vender nafta a los extranjeros. Todavía había desabastecimiento en algunas zonas de Bolivia. Más vale prevenir que curar.

No sabíamos si en Uyuni había combustible con el tanque y los bidones llenos podíamos volver tranquilos hasta Argentina pero claro sin visitar el salar.

Unas fotitos de la ciudad de Atocha y el camino rumbo a Uyuni:

















La banderita argentina tiene como 20 años, para nosotros es muy especial, porque nos acompaño en un montón de viajes/vacaciones previos y no podía faltar acá también.


Sigue…

Finalmente llegamos a Uyuni a eso de las 17:30hs. Leo estaba molido porque manejo todo el viaje, estos pilotos nuevitos y sus ganas de ruta que nos mandan de Baires. Apenas llegamos a la ciudad encaramos a una estación de servicio por el tema que les mencione anteriormente de la autonomía para retornar tranquilos a La Quiaca. Con los tanques llenos ya podíamos relajarnos y nos mandamos a buscar alojamiento. Como siempre hacíamos en los viajes previos nada de tener algo reservado, un poquito de aventura en la vida nunca viene mal.





Uyuni es una ciudad relativamente grande y con mucho movimiento de turistas. Por lo que es muy tranquila y eso que anduvimos hasta en las afueras de la misma e incluso de noche. Preguntamos en varios lados y no podíamos encontrar un alojamiento en donde dejar la moto segura. Hay mucho hostel para mochileros y ciclistas pero sin garaje. Cuando viajas en moto y llegas a un lugar a pernoctar la prioridad es la seguridad de la nave y luego vemos las comodidades del piloto. Por suerte de tanto preguntar encontramos un hotel de primera el que realmente les recomiendo, encima la doble solo salía 100 mangos la noche con estacionamiento muy seguro para la Zeta. El único empleado era un pibe, de unos 16 años, que hacía de todo recepción, desayuno, te asesoraba sobre los puntos turísticos, en donde hacer compras y muy buena predisposición para ayudarte. Era el hombre pulpo. Por si alguno va a Uyuni les dejo los datos para que al menos lo tenga presente:

Hotel Joya Andina, cabrera 471


Luego bajamos los cachivaches de la nave, ajustamos/lubricamos cadena, chequeo de aceite y otras cosas de la moto. Le montamos solo el equipo básico que íbamos a usar el día posterior en el salar. Con el fierro listo nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad. A una cuadra del hotel vimos a uno que andaba en moto y que estaba buscando alojamiento como nosotros hacia una hora y pico. Lo llevamos al hotel que le gusto y se quedo. Nosotros nos fuimos a seguir nuestro recorrido. Este encuentro fortuito fue una bendición para nosotros como se van a enterar más adelante. Aparte que hicimos un muy buen amigo.

Este muchacho se llamaba Andy, era británico y mecánico de profesión, un fanático de las motos. Tenía varias en su casa. Se había tomado un avión hasta Estados Unidos, desde Inglaterra, en donde compro un KLR650 del 2001 con patente de Montana a la que preparo un poco para viajar. Luego desde EE.UU. subió hasta Canadá y de ahí venía bajando por todo el Continente. Un groso con muy buena onda. :oki:

Les dejo unas fotitos de la recorrida por Uyuni, que incluyo una subida a una vuelta al mundo. Algo en lo que no andaba desde chico.











Nos fuimos al sobre, mañana nos esperaba un duro día en el salar, acordamos con Andy en meternos en el salar con las dos motos. Algo más seguro por si llegábamos a tener problemas técnicos en una de las naves.

Buenas noches Morsa mañana vas a tener que seguir manejando.


Bueno como siempre le las dejo picando. Si a alguno no le gusta la sal y fallas en una moto que se abstenga de leer el próximo capítulo.


Continuará 11

Calquin eres un IDOLO

Extraordinario diario de Viaje , magnificas fotos y excelente relato , Ripio , Rios , no te falto nada!!!!! Te felicito y gracias por comprartir tan bello material.

Día 9: Uyuni-Isla Incahuasi
Distancia: 228 km-40 de ripio/arena-188km sobre el salar

Hoy nos levantamos tempranito y durante el desayuno coordinamos con Andy los pormenores del viaje hasta el salar. Como les mencione anteriormente tenia algunos problemas para navegar en el salar, ya que mi GPS no tenía cargada la cartografía de Bolivia, e incluso el mapa carretero era incompleto para meternos en la sal. Servía para movernos en las rutas pero en el salar olvídate. Cuando uno mira en un mapa o en el Google Heart parece que no es tan fácil perderse en ese lugar (140km por 90 de ancho). Pero cuando uno está ahí se da cuenta de la magnitud del sitio. Es muy fácil desorientarse la ilusión óptica que hace que el cielo se junte con el suelo te marea mas. La mayoría de los choferes de las camionetas no usan GPS porque se guian con las siluetas de las montañas que hay en el horizonte pero ellos entran 5 veces por semana al salar y lo conocen al dedillo. Igualmente la navegación por estos medios es muy errática, lo que no quiere decir que no sea efectiva, porque mientras vas circulando ves que las Toyotas van corrigiendo el rumbo continuamente siguiendo los contornos de las lejanas montañas. Que van apareciendo y desapareciendo entre una especie de niebla y espejismos según como incida la luz, sobre la superficie de sal, que varia a cada hora del día.

Unas fotitos del reflejo cielo/suelo, en vivo y en directo te marea de lo lindo



Andy actuaria como guía ya que tenía un GPS/guía de Bolivia con las coordenadas de los principales puntos de interés dentro del salar. Si lo perdíamos dentro del salar éramos boleta o nos costaría horrores volver por donde habíamos entrado. En primera instancia solo queríamos ingresar hasta el Hotel de la Sal, porque nos dijeron que en esos días casi nadie se metía en las islas ya que el centro del salar estaba inundado. El problema no es que el piso no esté firme sino la sal que hay en el agua…sal que devasta todo. Metales, caucho, tejidos hasta la piel humana. Las Toyotas que se aventuran a circular por el agua salada deben, al regresar a Uyuni, ser lavadas intensivamente con agua dulce so pena que se te caiga a pedazos en pocos meses.

Antes de salir el chico del hotel nos dio dos botellas de CocaCola cargadas con agua dulce a cada moto. Nos dijo que usáramos una para limpiar la moto luego de pasar por una extensión grande de agua salada. Un buen consejo que nos sería de mucha ayuda como luego se van a enterar. También nos dijo que si nos quedabamos varados en medio de la sal al menos van a tener un poco mas de agua para no morirse de sed. Macanudo el amigo.

Bueno arrancamos a las 8 de la matina y nos fuimos a buscar sal para el almuerzo. Les dejo un video de la salida desde Uyuni.

El Video:

https://vimeo.com/46405638

Aclaración del video: Les aviso que algunos de los mismos estaban dedicados para nuestras familias por lo que no son 100% de duros motoqueros viajeros son más que nada para que observen los lugares de fondo. Por si alguno se pregunta, en este video y otros, Leo nombra mucho a Teodoro, ese es el apodo de su hijita a quien estaban dedicadas la mayoría de las grabaciones. Lamentablemente la calidad de este vido y otros no es la mejor porque justo estabamos probando una nueva camara en la que descuidamos el zoom y salio cualquier cosa. Aparte grabamos FULL HD y luego me fue imposible subirlo sin bajarle mucho la calidad de video.


Sigue…

Desde Uyuni tomamos hacia el Norte hasta Colchani, distante unos 20km, en donde esta la entrada Este al salar. Desde esta localidad tenes unos 12 km hasta el famoso “Hotel de la Sal” pero en el recorrido intermedio hay un par mas de hoteles y distintos alojamientos en construccion. Unas fotitos rumbo a Colchani e ingresando al limite del salar:











A medida que te vas metiendo en el salar la composicion del suelo va cambiando, del ripio/arena, hasta una mezcla de los dos anteriores con la sal. En el horizonte el blanco ya te comienza a molestar la vista. Hasta que cuando menos te lo imaginas estas pisando suelo blanco…una sensacion muy copada. Una vez metidos en la entrada verdadera del salar hay un recordatorio de que en este sitio no se jode, es un monumento del accidente que paso hace unos años. En dode dos chatas se dieron un tortazo en medio del salar y murieron carbonizados, las camionetas llevan bidones de combustible arriba o dentro de ellas, una banda de bolivianos, israelies y japoneses. Solo sobrevivio el chofer de una de las Toyotas. Parece ser que hasta ese momento el juego consistia en que todo el mundo cerrara los ojos, incluido el condutor, y se aceleraba al mango-total con quién ibas a chocar en ese desierto- pero se ve que otra camioneta venia haciendo mismo jueguito, no se vieron y se pergaron flor de torta. Esta es la foto del monumento:



Algunas fotitos mas entre la entrada al salr, que solo tenia agua en un pequeño sector en otras epocas tenes que sortear bastante agua para acceder al salr, y otras imágenes rumbo al Hotel de la Sal:


















Sigue...

Día 9-Parte 2: Uyuni-Isla Incahuasi
Distancia: 228 km-40 de ripio/arena-188km sobre el salar

Luego de llegar a la entrada al salar seguimos viaje por unos kilómetros hasta el Hotel de la Sal En este tramo el suelo estaba muy malo…era algo asi como manejar en el barro bien chirle pero en este caso era sal.

Acá les dejo un videíto del recorrido entre la entrada al salar y el hotel de la sal. Lamentablemente, como les mencione anteriormente, estábamos probando una cámara nueva con la que grabamos con el zoom al mango y en Súper HD. Por lo que en la edición se me hizo imposible ponerlo en una mejor resolución…sino no lo podía subir en ningún servidor. Los comentarios y acotaciones son pura responsabilidad de los dos que iban arriba de la moto. Otra cosa prometo estudiar inglés.

EL VIDEO:

https://vimeo.com/46454334

Una vez llegado al mismo nos sacamos las fotitos de rigor por fuera y dentro del hotel. En el mismo se puede dormir y si mal no recuerdo creo que la noche salía unos 40/50 pesos argentinos, Eso sí para poder ingresar hay que comprar algo en el mismo que te da derecho a sacar las fotitos. Leo se compro unos anteojos y yo como buen gordito unas papas fritas.

Fotitos de los alrededores del Hotel:



























Fotos del interior del Hotel, es impresionante el laburo en todo el mobiliario del hotel. Es todo de sal pisos, paredes, mesas, esculturas, camas, etc., etc. realmente increíble.


Nene que antojitos que pegaste.















Luego de la recorrida no pusimos a conversar con los choferes de las camionetas si nos convenía ingresar o no hasta la isla. Todos nos recomendaron que no entráramos porque el medio del salar estaba todo inundado. Nos dijeron que la sal iba a dañarnos las motos y que por ese motivo, si nos pasaba algo, no habría casi nadie para ayudarnos. La verdad que esto nos dejo muy desmoralizados. Habíamos llegado hasta ahí y la verdad que era una chotada no poder llegar a la isla. Pero luego de hablar con Andy, los tres decidimos mandarnos a igual. Nuestro amigo británico saco el GPS y comenzó a planificar la ruta que tomaríamos. A los pocos minutos nos subimos a las naves y fuimos a buscar la aventura…



Sigue…

Arrancamos directos hacia la isla, guiados por Andy, nos manteníamos muy cerquita de el porque si lo perdíamos se nos iba a hacer muy difícil retornar hasta Uyuni. El recorrido era de unos 85 km aproximadamente y es realmente indescriptible escribir lo que se siente manejar en ese terreno tan raro, por lo menos para mí, es como conducir sobre asfalto. Pero no íbamos muy rápido porque cada tanto aparecía alguna huella, charcos de agua y tramitos medio “barrosos” pero la gran parte era muy solida.

Unas fotitos de esta etapa:






Acá un video:

https://vimeo.com/42246554

Lo malo llego unos 20km antes de la isla cuando progresivamente la parte solida dio paso al agua. Aunque suelo seguía duro el agua tenía entre 10/ 30 cm de altura. Ahí redujimos la velocidad, al estar expuestos y completamente mojados con esta agua salada comenzamos a sentir como nos quemaba por todos lados o nos irritaba la piel. Una sensación muy linda. Aparte con el efecto/reflejo del agua parecíamos que andábamos arriba de una lancha en vez de una moto.

Unas fotitos de este trechito:






Después les voy a seguir relatando el desembarco, si desembarco porque eso es lo que fue, en la Isla de Incahuasi. Pero esa es otra historia.




Continuara...

Día 9-Parte 3: Isla Incahuasi
Distancia: 228 km-40 de ripio/arena-188km sobre el salar

Otro Video rumbo a la Isla( pero antes de llegar al agua):


https://vimeo.com/46458988


Luego de rodar un rato bien largo sobre el agua salada al final pudimos divisar en el horizonte la isla. Con esa referencia nos adelantamos un poco a Andy y terminamos llegamos a la Isla Incahuasi unos minutos antes que él. En el borde de la isla había una pequeña franja de fango o algo parecido que no nos permitía llegar a la isla porque se nos clavo la moto. Nos tuvimos que bajar de la moto y arrastrarla entre los dos hasta la costa de arena. Fue un lindo desembarco tipo Día “D”

Les dejo una fotitos de cómo quedo la Z luego de estar expuesta al agua salada un largo rato. Ahí nomas hice uso de la primera botella de Coca con agua dulce, que nos dio el chico del hotel para limpiar las motos al salir del agua salada. Si se fijan en la huella de nuestra moto van a ver las marcas de los piececitos de Leo y míos cuando empujamos la nave. La otra huella es del KLR de Andy.













Sigue…

Una vez que desembarcamos esperamos que llegara Andy y le avisamos que tuviera cuidado con el ingreso a la zona pantanosa. Gracias a los HP extra del KLR, Andy lo metió de una y pudo ponerla en la playa. Estábamos cagados por si se nos quedaba el KLR porque nos costó un montón mover la XTZ en ese pequeño tramo de “lodo”.

Acá les dejo un videíto del ingreso de Andy , unas tomas generales de la isla y cuando nos estábamos retirando. Como les escribí antes le pifiamos al utilizar una filmadora nueva que no sabíamos operar correctamente. Una cosa más prometo ponerme a estudiar inglés.

El Video:

https://vimeo.com/46461710

Les dejo unas fotitos de la geografía de la isla:





























Observen como queda la pilcha después que se seca el agua salada.





En la próxima les escribo cuando la Z se nos quedo por un fallo eléctrico y como llegamos a casi de noche a Uyuni. Continuará...


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Groso Dani!!!!



El proximo viaje tenés que hacerlo en una Biz................

Torito escribió:Groso Dani!!!!



El proximo viaje tenés que hacerlo en una Biz................

Mejor en una Yamaha Crypton.


Vos te cagas de risa, es una idea que vengo pensando hace tiempo, el hacer toda la 40 en una moto de pequeña cilindrada. O mejor aún recorrer todo el perímetro de Argentina. Se puede hacer sólo es la falta de tiempo.

Con respecto a este viaje ya estoy preparando las nuevas entregas, incluida la estapa de San Luis.

Chicos sigo poniendo una parte restante del viaje, que ya esta publicada en el foro de la YBR. Ahora estoy terminando de hacer el final de este viaje.

Sigo con la historieta.

Día 9-Parte 4: Isla Incahuasi-Uyuni
Distancia: 228 km-40 de ripio/arena-188km sobre el salar

Luego de estar como una hora recorriendo una parte de la Isla decidimos retornar para Uyuni. La verdad que daba para recorrerla toda entera pero estábamos preocupados por la acumulación de sal en las motos y que se nos dañara algo…así que nos tomamos el palo lo más rápido posible. Andy cargo las coordenadas del Hotel de la Sal en el GPS y emprendimos el regreso. Nuevamente tuvimos que atravesar esos 20/30km circulando sobre el agua salada… Para esta altura del partido, al estar mojados, la sal ya nos estaba haciendo picar todo el cuerpo y teníamos las partes expuestas de la piel muy irritada. La verdad que fue un suplicio.

Luego de una hora y moneda de marcha pudimos sortear el “Charco” y llegamos a la parte seca del salar. Ahí sacamos la segunda botella de agua dulce y comenzamos a limpiar las partes críticas de las motos. Pero necesitábamos más agua para terminar de asear muchas cosas y no la teníamos. A los pocos kilómetros el KLR 650 comenzó a levantar temperatura mal y el XTZ 250 nos marcaba, en la única luz que tiene, fallos de motor. El del KLR 650 tenía todo el radiador tapado por el salitre seco y bueno la XTZ era un montón de SAL que tapaba todo el motor.







Usamos lo último que nos quedaba de liquido, el agua para nosotros que obviamente no queríamos utilizar por ser este un lugar tan desértico. Estábamos como a 50km. del Hotel de la Sal y no se veía un alma en el horizonte. Limpiamos y así pudimos llegar al Hotel de la Sal Cuando llegamos todos cubiertos de sal, tantos las motos como nosotros, fuimos el centro de atracción de todos los contingentes de turistas que había ahí. Todos nos preguntaban un montón de cosas de la travesía, las motos, nos sacaban fotos, datos de la isla (Como estaba inundado el salar ninguna agencia de viaje llevaba a la gente al centro del salar) Una fotito en el Hotel y resto de cómo cubierto de sal el motor de la moto.









Luego de estar un rato firmando autógrafos jaja en el Hotel de la Sal Salimos lo más rápido posible para Uyuni ,queríamos llegar antes que cerraran los lavaderos de vehículos, Andy estaba muy preocupado por la sal , el es mecánico y sabe de esto, así que se fui a máxima velocidad hasta Uyuni. Nosotros partimos unos minutos después y cuando estábamos llegando Colchani se nos paro la moto. Comenzamos a sacar la sal remanente con las manos y las palancas para las gomas. La moto nos andaba unos km., luego se paraba, arrancaba de nuevo y nuevamente se paraba. En todo memento la luz del neutro estaba siempre encendida por lo que nos costaba poner los cambios y la luz de falla de motor se encendía y apagaba intermitentemente. En Colchani encontramos un “Lave Rap” en donde lavaban la ropa del pueblo, en realidad era una casa y en fondo tenían una especie de pozo de donde brotaba el agua, el color era un marrón muy feo y con un olor terrible, pero era agua. Teníamos la moto en la vereda y mientras Leo la limpiaba tanto por afuera como los contactos eléctricos más visibles. Yo iba y venía con cuatro botellas de Coca llevando el agua para la limpieza. Estuvimos como una hora haciendo esto. Al final de tanto limpiar la guacha arranco. Estábamos como a 25km de Uyuni y salimos del poblado. Pero a los 5km. se paro de nuevo, para esa hora del partido sabíamos que el problema era solo eléctrico o de falso contacto, le dábamos start a la moto y arrancaba de nuevo. Hicimos unos 10km. y la Hija de puta se planto…

Eran como las 6 de la tarde y ya estaba pegando feo el frio. Al final Leo hizo dedo, en realidad pasaron una banda de vehículos y no nos dieron bola hasta que paro un taxi, para ir hasta Uyuni para conseguir algún vehículo/camioneta que nos pudiera llevar la moto. El se fue y yo me quede más solo que el vago de la película el Naufrago. Ponía la moto en segunda/tercera y la corría haber si arrancaba en una de esas arranco me subí e hice unos aproximadamente un kilometro y se paro definitivamente. Ahí comencé a putear a Yamaha y porque no me compre una Tornado sin tantos chirimbolos eléctricos.

Para ese momento no me había percatado del frio porque estaba corriendo a la par de la moto y estaba transpirando como chancho. Pero cuando se paro la nave me quede un momento reponiendo fuerzas y el fresquete comenzó a pegar lindo. Ese fue el momento en el que decidí que iba a ir a Uyuni arrastrando la moto si o si (faltaban 8/9 km para llegar). El esfuerzo físico me estaba matando por la combinación de desplazar el peso muerto de la nave como por la altura que se hacía sentir (unos 3600metros) . También estaba muy preocupado por la tensión del momento y que se me venía la noche, aunque había basatante luz porque en la zona atardece mas tarde y a parte el efecto del salar hace que la luz se vea por mas tiempo. Sabía que no me podía quedar en ese lugar, ya casi ni pasaban vehículos, por haber acampado en viajes previos sin el equipo te podías morir congelado. Esto no era joda.


Continua...

Así que seguí arrastrando la Z por casi una hora y media. Me movía 5 minutos y paraba dos o tres minutos para descansar. Iba muy lento y calculaba que en 3 o 4 horas estaría llegando a Uyuni. Encima el suelo no ayudaba porque había que mover la nave entre arenales, la tuve que sacar del camino principal, porque los bolivianos en sus autos vienen en el aire y no te dan bola. Viejo todas en contra.

Pero a la horita y media el suplicio termino. Llego la Morsa con un Taxi, no pudo conseguir nada mas en Uyuni, con su cara visiblemente preocupado por mí. El también conocía lo inhóspito del lugar ya que habíamos compartido algunos viajes previos por Bolivia.

Bueno atamos la moto al taxi, que era un Toyota tipo familiar, abrimos la puerta trasera y me senté en la parte de atrás. Desde esa posición miraba el camino y le iba diciendo a Leo que frenara, se dejara llevar, si se venía un poso que estuviera atento, aparte de decirle al taxista que redujera la velocidad por los obstáculos que observaba, si a alguna vez los remolcaron con la moto saben lo difícil que es llevar la nave sin caerte, encima Leo no podía ver el camino adelante que era bastante complicado. Casi se cae un par de veces. Les dejo unas fotitos que tome de la puerta de atrás del tacho.





Como a la hora llegamos al Hotel de Uyuni ya que íbamos muy despacio. Pero la verdad que el vago del taxi se re copo y tubo muy buena onda por ayudarnos. Unas fotos, sacadas en la puerta del Hotel, con el nuevo amigo. Nuestras caras y facha lo dicen todo.



Al final metimos la Zeta en el garaje del hotel. Andy estaba ahí recién llegado de los lavaderos de autos desarmando el KLR y nosotros también agarramos una manguera y lavamos toda la moto. Por lo menos para sacarle lo mas groso de la sal.





Luego de limpiar y ordenar todo alrededor de la moto, que seguía sin funcionar, definitamente se hizo de noche y nos fuimos al cuarto a darnos un baño. Ahí un poco más relajados nos confesamos con Leo de lo preocupados que estábamos el uno por el otro. Abraso de amigo de por medio. La situación fue muy maraca pero nadie se va enterar nunca. Secreto en el salar.

Miren como quedaron los pantalones de Leo. Resecos por la sal quedaban parados y solo los apoyamos en la silla. Con eso los aflojamos un poco de las tensiones del día.



Después de la ducha. Nos fuimos a comer a un bolichito cercano y nos fuimos a sobre. Esa noche no pudimos dormir tranquilos, estábamos como a 400 km de la frontera y la moto no arrancaba.

Día 10: Uyuni
Distancia: 10 km

Para ser sincero no pudimos dormir tranquilos pensando en la falla de la moto. Nos levantamos tipo 7 de la mañana, desayunamos y nos fuimos al patio del Hotel donde nos esperaba la Z con toda su puta electrónica.

Junto con nosotros estaba Andy con su KLR 650 semi destripado y al que luego, junto con la XTZ, desarmamos ambas motos casi completas. Fue una ventaja que estuviera Andy porque pudimos compartir herramientas, WD40, tester, lubricantes, cintas y consejos mecánicos. A pesar que limpiamos la nave con bastante agua la noche anterior nos quedo una buena costra de sal. Este es el espectáculo con el que nos desayunamos a la mañana aparte de la falla. La sal se mete en todos lados y es más molesta que una mosca.






Una de la moto de Andy.

Apenas tocamos la nave lo primero que hicimos fue darle arranque haber si se producía el milagro y arrancaba de una pobres ilusos : Pero no había caso seguía tirando error de motor y no quería encender.

Sacamos todas las cachas, asiento y comenzamos una inspección visual del cableado. Desde el vamos sabíamos que el problema no era mecánico. La XTZ 250 tiene una gran cantidad de contactos y fichas expuestas a los elementos. Miramos el manual de servicio y a partir de ahí nos fuimos guiando en lo que podría ser con el tester en mano. Entonces llegamos una especie de campana que está en el lateral de la moto (del lado del embrague) y que presentaba una ficha sulfatada. Nos pareció extraño que estuviera tan sulfatada, así que la desconectamos la limpiamos un poco y le dimos arranque y la nave encendió de una. Apagamos, movimos el cable/ficha y no arranco. Lo volvimos a mover de nuevo start y arranco de una… bueno no había dudas que el problema estaba ahí. El crédito de encontrar la falla le corresponde a Leo que es el que vio primero la ficha sulfatada…y a partir de ahí por el resto del viaje se llamo el mecánico. Todo no nos llevo más de 15 minutos y nuestra alegría era intensa.



En esta foto se puede ver la ficha blanca que se daño, es la que esta mas adelante. Solucionamos este problema y nos quedaba el otro que no marcaba el neutro del embrague. Como a las nueve nos fuimos a buscar una ficha para reemplazar la dañada. Fuimos a un par de casas de electrónica/ferretería y no pudimos ubicar algo similar. Por lo que optamos por comprar contactos comunes y reemplazar una pequeña parte del cable original por uno bipolar, esos que se usan en los veladores y zapatillas, no había otros. Abajo una fotito con la reparación casera.



Después limpiamos casi todos los contactos de la nave con un aerosol limpia contactos y nos fuimos a un lavadero a limpiar los restos de sal en la nave. Unas fotitos mientras esperábamos que abrieran el lavadero y después aseando la zetita.


“El Mecánico” cancheriando porque arreglo la nave.


El dueño de la nave, agradeciendo porque no se iba a volver a pata a Buenos Aires.





Sigue…

Después del lavado nos fuimos a dar unas vueltas por los alrededores y el centro de Uyuni. Para probar que el bichito no tendría problemas y de paso aprovechamos y nos sacamos unas fotuchas.














En esta pueden ver como la policía de Uyuni usa Hondas Tornados.

Para todo esto era cerca del mediodía, comimos, retornamos al Hotel /taller y nos quedamos destripando y limpiando a full la moto. Trabajo que nos llevo hasta la noche. Les dejo unas fotitos de la limpieza de la moto nuestra y la de Andy, en realidad no sacamos muchas fotulis porque después estábamos muy ocupados desarmando/armando.







En conclusión el viaje al salar, aparte del problema eléctrico y un par de dolores de cabeza, solo nos costó la bocina dañada. Abajo unas fotitos de la bocina muerta.



A la que le entro sal y murió de forma rotunda. El resto de la moto salió mejor que recién sacada de la concesionaria. Fue una experiencia muy loca con muchas preocupaciones, alegrías y en el interín alguna que otra escena gay pero quién nos quita lo bailado.



Continuara…

Chicos seguimos con este relato que esta medio abandonado.


Día 11: Alrededores de Uyuni, 30km. aproximadamente.

Luego de limpiar, ajustar y reparar la nave al día siguiente nos fuimos a visitar algunos puntos cercanos en Uyuni. Entre ellos recorrimos el famoso Museo de las Locomotoras que está en las afueras de la ciudad. Un sitio interesante por la gran cantidad de viejas locomotoras que prestaron servicio en los Ferrocarriles Bolivianos. Ahí sí que se respira la historia del país, bueno al menos para los que vean o sienta que esos “cachos de fierros” deben tener grandes historias en sus entrañas.








Otra vez el mecánico haciéndose el canchero.













Lo que mas no impacto del sitio es que en la entrada del mismo hay un basural con muchos niños revolviendo la basura y ahí se ve el contraste social con los muchos más adinerados turistas que se bajaban de las Toyota. Bueno esto es Latinoamérica tierra de muchas diferencias. Aunque en Argentina si uno se aleja un poquito de capital se pueden ver escenas similares, me refiero a gente revolviendo en los basurales, pero la cercanía de los turistas fue un duro impacto.


Continuara…