Si algún día hacen ruta conmigo o hablamos un rato se van a dar cuenta que soy un tipo muy cuidadoso y reservado para manejar, trato de correr la menor cantidad de riesgos, ya que considero que la calle en sí representa un riesgo sin necesidad de sumarle las imprudencias de uno. Pero lo que vengo a contar es justamente de esos 2 segundos en los que no fuí prudente y que pudieron costar muy caros pero por suerte estoy bien y no fue más que un susto.
Hace un mes hice un viaje a Córdoba, hermosas rutas y paisajes. No voy a hacer un relato del viaje (al menos por ahora), solamente voy a contar lo que me pasó el Miércoles 19 de Febrero. Mi compañero de ruta llevó una go-pro para filmar en el viaje, siempre la llevó él en el casco. Ese día se nos ocurrió ponerla en el barral de mi moto para filmarlo a él, ya que él siempre estaba atrás de la cámara. Así que arrancamos para nuestro destino, los dos parejos, ya habíamos ido a la par días antes y llevabamos ritmos muy parecidos. Así que ninguno tenía que esperar al otro ni apurarse. El problema fue que ese día había tránsito, mi amigo pasó un auto pero yo no tuve lugar, así que me quedé atrás esperando el momento. La visión era poca por las curvas, así que no podía pasar el auto sin arriesgarme a que venga otro auto de frente, por lo que esperé el momento adecuado. Pasó un rato y me desesperé pensando que el auto que tenía adelante, entre mi amigo y yo, estaba arruinando el video (como si fuera tan valioso o raro). Encontré un espacio bastante jugado para pasar, una recta después de una curva en la que pude ver que no venía ningún auto de frente, rebajé, aceleré y lo pasé. Ya estaba en el carril mío, venía una curva en bajada y yo venía de una acelerada bastante linda. La curva se veía bastante abierta así que ni se me ocurrió frenar. Para cuando se cerró la curva yo venía más rápido que cuando entré a la curva. Ya estaba inclinado, no podía frenar, así que hice lo que siempre me dijeron que haga en esos casos, inclinar más la moto. La moto se portó de diez, iba muy estable. Incliné de más, tocó el pedalín contra el piso (cada vez que miro cuanto se inclinó la moto me da mucha impresión), y me asusté. Ahora en frío se que no iba a pasar nada, pero en ese momento crei que el pedalín se iba a clavar y yo iba a quedar dando vueltas en el piso. Enderesé la moto, pero obviamente no iba a poder terminar la curva bien, me abrí y me pasé al carril contrario, en ese momento pensé en terminar la curva en el carril contrario y volver a mi lugar después. Pero cuando levante la vista vi que venía un auto de frente 50 mts más adelante. Instintivamente clave los frenos, la moto se termino de enderezar y apunté a la banquina. Ya tenía la moto controlada, iba a ser un susto nomás, me iba a reir de lo boludo que fuí. Cuando estoy por bajar a la banquina, suelto los frenos para no patinar, y apenas me meto en la banquina paso por arriba de un montoncito de tierra que hace que la moto se despegue del piso y me despida por el aire.
Aunque me caí, no pasó de ser un susto. Apenas terminé de caerme, me levanté y fuí rápido a pagar el motor de la moto. Me golpié las costillas, no se contra que, en ese momento me dejó sin aire y me dolió por 3 semanas, me raspé las rodillas muy poco, el guante derecho tiene un poco limada la protección de los nudillos (que importante que fue tenerlos puestos) y el casco se rompió un agarre del visor. Me parece que me golpeé la cabeza también porque apenas me levanté me senti medio atontado, pero no estoy seguro. La moto también se hizo poco, al otro día fuímos a comprar los respuestos a Cba capital y a la tarde ya la tenía casi como nueva. Gasté algo de 3500 en total. Considerando lo que pudo haber sido, la saqué regalada. La curva en la que me caí era una de las pocas que tenía banquina. Se me ocurren muchos escenarios más trágicos que el que ocurrió.
Lo que puedo concluír, la moto una maravilla, el límite de mi moto es muchísimo más alto que el mío. Posiblemente si hubiera estado más tranquilo, haciendo las cosas con la cabeza fría, podría tomar esa curva a más velocidad de la que la tomé, pero en ese momento el cuerpo hacía lo que quería. La filmación no era tan valiosa como las cosas que pude haber perdido, nada es más valioso que lo que pude haber perdido. Y aunque estoy seguro que si mi novia venía conmigo no hubiera arriesgado tanto, no dejo de pensar qué hubiera pasado si me caía con ella atrás.
Bueno, creo que fue una experiencia bastante barata para mi y con muchísimas enseñanzas. Tal vez a alguien le sirva en algún momento y se salve de la caída. Se que al menos yo, la próxima voy a actuar diferente.